Cada lugar antiguo tiene una historia ligada a la de las personas que cruzaron allí sus vidas, una trama que con el tiempo entrelaza verdad e imaginación hasta convertir la historia en leyenda. Imaginemos una primavera de hace muchos años, Bolonia perfumada de tilos que invita a correr hacia la vida, y el piloto de pilotos detenido en esa etapa de las Mil Millas con el mono rasgado.
Tazio Nuvolari se quita las gafas y las arroja a los mecánicos. «Este desgarro me traerá mala suerte para la etapa de mañana». El campeón que no tiene miedo de tomar cada curva delante de sus rivales disminuye la velocidad frente al traje arruinado. Afortunadamente, cerca hay un excelente restaurante y todos tienen hambre.
No muy lejos, los dos hermanos Pasquini cierran la puerta de su tienda de telas y deciden disfrutar de una velada como se debe: excelente comida y buena compañía, en el restaurante donde se sirven los mejores tallarines de la ciudad.
Al llegar a la puerta, reconocen de inmediato al legendario piloto.
«Nuvolari, ¿el campeón más valiente de Italia, en nuestra ciudad? ¿Nos honra sentarse con nosotros?«
El piloto acepta la invitación y, en la mesa, saboreando el plato de pasta, confía su preocupación por el día siguiente, cuando tendrá que enfrentar la carrera con el traje rasgado. Los dos hermanos se miran y sonríen.
Toman el traje, dejan al piloto en un salón reservado y corren a la tienda donde, con la tela adecuada, remedian el daño.
Nuvolari se pone el traje, con un gesto borra el polvo y las preocupaciones y finalmente sonríe al saludar a los dos hermanos.
«Señores, qué noche. Un buen plato de pasta, amigos sinceros y el traje arreglado. Es realmente cierto que la comida es el motor de la vida: si no hubiera entrado aquí nunca los habría conocido».
«Y quién sabe si no será la comida nuevamente la que nos haga encontrarnos, uno de estos días», responden los Pasquini estrechándole la mano emocionados.
Pocos días después, Nuvolari gana la Mille Miglia con su Alfa Romeo 6C 1750, el mono de carreras recién renovado y el recuerdo de una noche frente a un plato de pasta.
Muchos años después, en el lugar donde estaba la empresa Pasquini, abre Adesso Pasta.
Verdad o leyenda que sea, esta historia es algo que vale la pena contar para descubrir que, si queremos, la vida siempre puede ofrecernos sorpresas inesperadas.
Basta con estar sentados en el lugar adecuado donde la comida, los motores y los amigos nos hacen compañía.